La casa del azúcar. Entrevista para Proyecto Cultural: Revista Digital Interdisciplina Artística 2017
La casa del azúcar
por
Karla Jiménez
Este
año [2017] Marithé de Alvarado celebra 80 años de carrera artística y cumplirá 97 años
de edad. Esta longeva artista mexicana comenzó su arte con un grano de azúcar y
con él ha logrado recorrer muchas partes del mundo.
Marithé de Alvarado es una artista peculiar
por el arte tan singular que ha creado y moldeado usando azúcar. Ella hizo
esculturas hermosas y perfectamente detalladas con excelencia que han sido
reconocidas a lo largo del tiempo en muchos países. Marithé nos cautiva y nos
deja con la boca abierta con lo que ella ha hecho.
Después de recorrer el Instituto del arte
mexicano del azúcar, actual casa de Marithé, su hija nos hizo el favor de
respondernos algunas preguntas que son importantes para entender su arte.
¿Por
qué considera el trabajo de Marithé arte?
Es arte porque es una expresión en la cual
ha abarcado muchas artes, como la arquitectura, pintura modelado, escultura,
etc. Transcendió el adornar un pastel modelando azúcar. Ella se expresó, manejó
la precisión y la estética en azúcar en una escala que no rebasó la escala
natural, y eso es de un artista.
¿Cree
que es importante difundir este tipo de arte?
Sí, es muy importante porque precisamente
cuando no lo conocen y relativamente es poco conocido. Aunque ella sea
reconocida internacionalmente, las grandes masas no lo conocen, entonces no
saben dónde colocarlo, no saben qué es, entonces dicen es arte, es artesanía,
es repostería, no, es Marithé y es única. Ella es pionera en lo que hace y
abrió muchos campos. Es muy importante difundirlo porque se necesita que se
sepa que es mexicana que ha contribuido en todo el mundo.
¿Utiliza
otro material a parte del azúcar para la elaboración de sus esculturas?
Sí, se utilizan algunos materiales que no se
pueden moldear en azúcar, por ejemplo ramas para los troncos de los árboles;
algunos elementos que llevan las figuras como los abanicos de papel china,
también plumas, cordones, tul para los vestidos de las bailarinas; las bases
que son de madera; alambre para las flores, las ramas y tallos; banderas de
papel; se utiliza espejos para los tocadores y para imitar el agua; también con
tiras de papel celofán se imita el agua de las fuentes; papel celofán o encerado para las ventanas; palos de madera
que se colocan para sostener las estructuras cuando éstas son muy grandes;
listones para adornar; lacré para pegar los brazos de las muñecas y así se
apoyen.
¿Considera que es más valorado el trabajo de
Marithé dentro del país o en el extranjero?
En el extranjero definitivamente porque
Marithé hizo 100 giras en el extranjero, recorrió toda América, 30 estados de
Estados Unidos, Europa y hasta Sudáfrica. Fuera de México ella es muy
reconocida como máxima autoridad del azúcar. Está en el salón de la fama en
ICES (International Cake Exploration Society).
En México sí es reconocida y sólo ha
visitado algunos estados de la republica pero no le han dado nunca un reconocimiento
como se lo merece, por ejemplo el Premio Nacional de Ciencias y Artes que este
año es la quinta vez que está postulada y no ha ganado porque no entienden su
arte.
¿Cree
que con el paso del tiempo este museo pueda volverse parte del patrimonio
cultural?
Esperemos que no y que sí, sí porque es un
lugar único en el mundo y tenemos muchas visitas de extranjeros lo cual es muy
importante, pero no sería buena idea que pasará a manos de gente que no conoce
la historia ni el material pues sería catastrófico que desbarataran este gran
legado de fotografías, patrones, reconocimientos, utensilios y por supuesto sus
obras. Sería bueno tener apoyo económico y logístico para hacerlo nosotros.
Sería maravilloso contar con el apoyo sin perder el control, lo cual es bastante
difícil.
¿Por
qué Marithé toma la decisión de compartir esta técnica con las personas?
Marithé comenzó a enseñar hace 80 años, ella
fue autodidacta pues comenzó a aprender, a diseñar, a perfeccionar y enseñar.
En el mismo momento que comenzó a hacerlas también inició a enseñar y ella dice
que fue lo que más le enseñó porque tenía que saber la lección para poderla
enseñar. Ella siempre fue muy generosa con su conocimiento pues lo compartía,
hasta el grado que en 1950 ella publicó su primer libro (escribió 8 libros),
porque es absurdo guardarse esta técnica.
¿Cuál
es la escultura más importante para Marithé a lo largo de su carrera?
Marithé no tiene una escultura que sea su
favorita, le gustan muchas de ellas, pero considero que una de las que más le
gustan y tienen más valor sentimental para ella es “Amor” su pastel de bodas el
cual ella misma elaboró cuando contrajo matrimonio con Alonso de Alvarado.
Claro también le gusta mucho otras obras como París que fue su primera
escultura en azúcar cuando ella tenía tan sólo 17 años.
¿Cuál
ha sido el premio más importante que Marithé ha recibido a lo largo de su
trayectoria artística?
Lamentablemente aún no lo recibido, pues ha
estado nominada 5 años consecutivos al Premio Nacional de Ciencias y Artes que
para ella es lo más importante porque su país debe reconocerla. Sin embargo
entonces lo que más prestigio le ha dado es estar en el gremio de ICES
(International Cake Exploration Society).
Después de terminar el
recorrido me hizo reflexionar mucho el trabajo de Marithé pues realmente es un
arte único que ella misma creo a través de otras artes nada sencillas
combinando técnicas, disciplinas y usando materiales peculiares; entonces no
dudo que sea difícil colocar a Marithé en un tipo de arte especifico.
Lo que me llama la atención es que el
Fondant (técnica popular utilizada en la modernidad para hacer pasteles), haya
surgido debido al trabajo de Marithé, pero realmente cualquiera podría creer
que todo esto de la pastelería surge en Francia o cualquier país europeo, pero
no Marithé fue la pionera de esta idea. El Fondant en plena globalización es la
tendencia en repostería que ya se ha convertido en toda una mercancía, así
perdiendo su sentido. Es por ello que Marithé no hace Fondant, ni repostería;
Marithé hace arte.
Es importante difundir el trabajo de Marithé
porque sorprendería a muchos saber todo lo que ha hevjo una mexicana y así
poder apoyar su trabajo. Quizá en un futuro su casa sea parte del patrimonio,
una tipo casa de Frida Kahlo, si eso sucede yo la nombraría “La casa de
azúcar”.
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